La Fe

.:*LA FE*:.

Hola amigos de los mensajeros, nos sentimos gustosos de saludarlos y bendecirlos en el poderoso nombre de Jesús, Hijo de Dios.

Aprovechamos este nuevo contacto con todos ustedes para que juntos reflexionemos acerca de una lamentable tendencia que se propaga a pasos agigantados entre los seres humanos, y que como una epidemia de peores consecuencias que la Influenza, el VIH o el cáncer amenaza con acabar con la humanidad entera…nos referimos a la falta de fe.

.:*Y entonces, ¿qué es la fe?*:.



La escritura enseña: "la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve".
(Hebreos 11:1)

“…bienaventurados lo que no vieron y creyeron”
(San Juan 20:29).

.:*VIVIR LA FE*:.

Tener Fe significa creer sin haber visto. Es esa seguridad de que Dios, está junto a nosotros y sentir su poder en plena acción sin tener pruebas físicas de ello. En cierta ocasión Jesús llamó hipócritas a los fariseos, diciendo: ¿No amáis a vuestro hermano a quien veis y vais a amar a Dios que no lo veis?.

Hermanos, vivir la fe, en nuestros tiempos, conlleva a una feroz competencia con los falsos dioses que plagan el mundo. Muchos alegan que el avance del conocimiento científico es el que ha permitido al hombre descubrir la verdad de las cosas, pero los que compartimos la Fe en Cristo, sabemos que es el Espíritu Santo quien nos ilumina el pensamiento y utiliza las ciencias como instrumento para iluminar nuestras ideas.

A Dios no necesitamos “comprenderlo”, basta con “obedecerlo”

Los cristianos sabemos que la única verdad es que Jesús es el Hijo del Dios Padre y que Dios existe, sin lugar a dudas.

Mientras más investigamos mas queda por investigar, mientras más cosas vemos más faltará por aprender. La mente finita del hombre no es capaz de abarcar toda la Gloria de Dios, pero Dios si conoce nuestra vida de principio a fin.

Todavía la ciencia pretende explicar, racionalmente, muchos milagros que, a lo largo de la historia, han experimentado tanto creyentes, como no creyentes. Pero por más intentos que se hagan, los misterios de Dios logran sobrepasar la comprensión humana, Sus obras son manifestaciones de Su omnipresencia y Su gracia salvadora.

Jesús sanaba gente, expulsaba demonios, y donde pasaba llevaba el mismo mensaje: El amor y la Fe son los que les han hecho salvos.

.:*LA FE Y EL AMOR*:.

El amor sana, eso es absolutamente cierto. Podemos pasar años cuidando un enfermo pero si no le damos amor, no mejora. Dios nos utiliza para llevar Su amor a nuestros hermanos y ese es el verdadero sentido de nuestra existencia. A un padre jamás le gustaría ver que sus hijos se maldicen o lastiman, por el contrario, su mayor aspiración es haber sembrado en el corazón de cada uno de ellos el amor mutuo y sin condiciones.

De aquí interpretamos que la Fe y el Amor van de la mano:

“Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe.

Aunque tuviera el don de profecía, y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo amor, nada soy”.(1 Co, 13: 1-2)

Aun cuando muchos piensen que esto es difícil y solo puede hacerlo Dios, Él nos regala su gracia para que podamos cada día ser mejores... pero hay un problema, Dios no da nada a quien no lo pide, y más aún, a quien no quiere recibirlo. Podemos estar muy dispuestos a que Dios nos colme de cosas gratas pero el amor va mas allá de eso, va, al punto de anhelar no solo las cosas agradables para nosotros sino también los dolores y sufrimientos, la tristeza para soportarlos por AMOR a Él, y probar en el fuego nuestra Fe para que se vuelva sólida.

En esto recordamos la parábola del Sembrador cuando Jesús decía que si la semilla cae en buena tierra pero cuando crece los espinos la agreden esta morirá a causa de ellos. Estas semillas son los que en momentos de plenitud tienen fe, pero luego se dejan llevar por las preocupaciones del mundo y por los agobios que nuestra sociedad crea, perdiéndola por completo.

Una fé a prueba de fuego es lo que tenemos que luchar por alcanzar. No importa que la vida se nos venga encima, que nuestros hermanos nos insulten o maltraten, nuestra fe en que El Padre hará brillar Su justicia que es la única que tenemos que esperar.

Orar es comunicarse con Dios y eso podemos hacerlo, hasta cantando. Cierto día mientras predicábamos mediante el Santo Rosario una Señora se nos acercó y nos dijo: “Es que ustedes, mientras hablan y cantan se transforman, no son ni la sombra de lo que aparentaban al llegar, se veían calladitos y luego que empezaron el rosario todo se transformó”.

Esto es cierto, pero no es nada más que el gozo que sentimos y el Espíritu Santo que Dios envía haciendo brillar su Gracia para que podamos llevar a Jesús y a su Madre a todas partes.

Es el gozo de un cristiano que aunque no es perfecto y que vive lidiando con sus pecados, contrarresta la acción del maligno sencillamente por su fe.

Jesús decía siempre: “A quien mucho ama mucho se le perdona” (Lucas 7:47). Podemos tener muchísimos pecados, quizá algunos que ante la vista de la gente sean detestables, pero si somos capaces de amar profundamente a Dios, de seguro nos perdonará.

La fe, es la semilla que debemos sembrar siempre en nuestros hijos, para que el Viñador, o sea, Jesús la cultive bajo la luz del Espíritu Santo. Todos nuestros niños son tierra fértil, no dejemos que las espinas del mundo los dañen y corrompan, no dejemos que nadie les quite la fe y esto empieza con el bautismo.

Tener fe, es amar al creador en todas sus criaturas, en todas sus obras y enseñarle a la gente lo que es bueno. Qué hermoso es cuando no nos avergonzamos de ser cristianos, de seguir a Jesús y llevamos nuestra cruz, en el cuello no solo como un adorno sino como SIMBOLO INEFABLE DE LA FE QUE TENEMOS en que Jesús, es el centro de nuestra vida y nos acompaña.

Igual sucede con el rosario, muchos lo usan como una prenda de vestir y ni siquiera oran a la Madre como Ella lo pidió… ¿Cómo pretendemos entonces agradar a Dios si no nos comunicamos con Él?... Nuestra Madre, la Santísima Virgen, llora día a día, inundando el mundo con esas lágrimas desesperadas, al ver como sus hijitos son seducido por falsos dioses desechando sus vidas inútilmente con los tesoros mundanos de la tierra y poniendo de lado el regalo más grande que nos hará salvos: La Fe.

Esperamos que les haya gustado este artículo, siéntanse libres de compartir con nosotros sus impresiones y dejar sus comentarios y anécdotas.

Nos sentimos muy felices de anunciarles que los Mensajeros de María, bajo la Gracia del Padre y la Virgen Madre, muy pronto daremos curso a un proyecto que esperamos vaya en beneficio de muchas almas que buscan esperanza, mientras tanto, oren por nosotros y hágannos llegar sus peticiones.

Asimismo, los invitamos a que compartan con todos nuestros seguidores sus testimonios acerca de manifestaciones Marianas en sus vidas, esos pequeños milagros cotidianos que sirven de semillas para aumentar nuestra fe, pueden visitar nuestra página en facebook para que diariamente reciban enriquecedores mensajes de fe y relaten sus historias, compartamos como hermanos lo que Cristo ha hecho por nosotros como le dio Jesús a un hombre endemoniado que quiso seguirle: “Vuelve a tu casa y cuenta a todos lo que Dios ha hecho por ti”.

Jesús y María los Bendiga profundamente y el Espíritu Santo los rodee con su luz para acrecentar su fe.

Los Mensajeros de María