Meditando con María

..:::La Visita de María a su prima Isabel :::..
María, El Sagrario Viviente
(o el 2do misterio de Gozo)

Hola amigos de los mensajeros de María, nos complace saludarlos nuevamente esperando en Jesús y la luz de su Madre Santisima sientan llenos de gozo cada mensaje que les entregamos con todo nuestro corazón.

Queremos hablarles en este día sobre ¿Cómo se siente el Espíritu de Dios? y hemos basado este artículo en el ejemplo clásico de nuestro Rosario..cuando nuestra hermosa Madre Amantísima visitó a su prima, llevando a Jesús en su vientre.

Empecemos por decir que una vez que Gabriel le había anunciado a la Madre de las Madres, que iba a tener a Jesús su espíritu de solidaridad y hermandad la llevó, en su 3er mes a ir a ver a su prima, una anciana que en la misericordia de Dios habia conseguido consuelo y que guardaba en su vientre al profeta del Señor y quien prepararía sus caminos...su primo Juan.

De Juan se decía que sería un hombre recto, que no bebería alcohol ni tampoco tendría vicios y que además prepararía la tierra para la venida del mesías. También estaba escrito que estaría lleno del Espíritu de Dios desde el vientre de su madre... ¿Asombroso no?, hermosa profecía que se cumplió el mismo día que la Prima de Isabel, Nuestra Madre María Santisima escuchó de los labios de ella su saludo. Cuando esto sucedió, Isabel tenía 6 meses de embarazo y cuando escuchó su voz, Juan, en el vientre de Isabel dió un salto.

Es normal para los bebés en esta etapa de la vida moverse, pero la sensación de "sobresalto" es solo percibida por las madres, la misma sensación que tienen las madres cuando algo les pasa o les va a pasar a sus hijos, digamos que con esta señal Isabel se dió cuenta que lo que María llevaba dentro era absolutamente SANTO.

Asi tambien, esta misma emoción de ver a María llevó a Isabel a decir: "¿Como es que la Madre de MI SEÑOR ha venido a verme? Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!!!". Fíjense que la llama "MADRE DE MI SEÑOR", es decir madre de Jesús, de Nuestro Dios mismo, por tanto llamar a María Madre del Señor no es ninguna locura y mucho menos llamarla Madre de Dios, porque Jesús es Dios mismo hecho hombre; por eso la llama BENDITA y bendice su vientre. La madre profeza la labor de su hijito Juan, bendecir al que viene en nombre del Señor.

Fíjense hermanos, como analizando la escritura se obtienen maravillas. Quizá Isabel no solo sintió el sobresalto en el vientre sino tambien en su corazón y eso la llevó a expresarse de esa manera. Asi nos sucede a nosotros, cuando vemos un milagro o cuando fuertemente oramos e invocamos al Espíritu Santo de pronto una emoción nos viene al corazón y si lo hacemos por medio de María llega aun mas rápido pues nos llega junto a la presencia de Jesús. Esta sensación es la que nos produce escuchar alguna melodía de la IGlesia o la que tenemos cuando al recordar el sacrificio de Jesús, nos hace derramar nuestra lagrimitas de cuando en vez...esa misma sensación que nos llena de esperanza y fé, es el Espíritu Santo en acción.

Por eso María es portadora del Espíritu Santo. La misma Isabel lo expresó claramente y sin tapujos. Donde María aparece, el Espíritu Santo invade todo. La Santa Madre es la hija preferida de Dios y jamás deja que sus oraciones no queden impregnadas de su Espíritu.

Pero volviendo al relato digamos que María es tan humilde, que quedó en ese momento sorprendida, y mirando tiernamente y llena de emoción a Isabel exclamó:

"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí. Su nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón. Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su santa alianza según lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre".

Amen.

Esta maravillosa Oblación de María a lo que estaba viviendo es una oración poderosísima llamada "Magnificat" y, que si es pronunciada meditando sobre lo que significa cada línea puede hacer que la presencia del Espíritu Santo se haga presente inmediatamente. Aunque María fué en vida humana una mujer de oración, ésta oración jamás ha cesado pues siempre meditaba, es decir, en silencio albergaba en el Espíritu el inmenso amor del Padre.

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Por eso María es Nuestro "SAGRARIO VIVO", pues el mismo cuerpo de Cristo se formó de ella y para nadie es un secreto que los varones se parecen a sus madres, pues, ¿por qué Jesús tenia que ser la excepción?, ver el rostro de Jesús es ver reflejada a María y mirarla a ella es verlo a él.

Así que vamos hermanitos, invitemos a María a Nuestro hogar, pero eso sí; cuando aparezca que sientan en su corazón la emoción del Espíritu Santo no dejen de agradecerle diciendo: "¿Como así que la Madre de mi Señor ha venido a verme...Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es por siempre el fruto de tu vientre!!"

Amemos a María hermanos, no es pecado hacerlo y jamás lo será..porque amar a la Madre es glorificar doblemente al hijo, no sigamos permitiendo que a Nuestro Sagrario, donde reposa nuestra Luz que es Jesús siga siendo ofendida y criticada por tantos hermanos protestantes, pues en María hay dos milagros ; el primero, que Dios se fijó en una mujer humilde exaltando con esto su Gloria porque es Dios de los inocentes, de los puros de corazón y segundo, porque permitió que siendo tan Grande, una sencilla mujer le diera todo de sí para que su misión se cumpliera...enseñarnos que el AMOR no tiene límites.

Sean todos bendecidos en el Nombre de Jesús y María los proteja acogiendo tiernamente en su corazón de Madre sus oraciones...

Edgar A. Fuenmayor P.

Mensajero de María